Si, ya me imagino la cara que han puesto algunos, hasta los escépticos,
pasando por los más devotos, los que van todos los domingos a la iglesia o los
que le echan la culpa al compromiso, que los empujo a poner un pie en aquel santuario
a donde no pertenecen, pues el título de esta entrada está predispuesto al mal entendido
gracias a la primera interpretación que se le da: falta de respeto, blasfemia o
idiotez.
Sin intensiones de superioridad y mucho menos de decir que Dios soy
yo, podemos darles con mucha seguridad la respuesta a esa pregunta. Si, queridos
bloggeros, pues la respuesta es muy sencilla y es una de las bases con las que
este espacio fue creado.
¡Tú eres el problema! El, ella, nosotros, y en especial:
ELLOS. Pero vayamos por partes.
Seguramente en este momento, un pequeño sentimiento de culpa
está dando de piquetes a tu curiosidad, y digo pequeño porque no sabías que podrías
tener este sentimiento después de haberte echado la culpa abierta y directamente,
y es que obviamente te has negado a cualquier delito o en este caso “pecado”
que hayas podido cometer, y he aquí una pequeña corrección: No es un
pecado lo que estas cometiendo, sino
un error.
Error que es casi imperceptible por el simple hecho de hacer
más grande este error, error al que le dieron el nombre de FE, fe que al ser
desvalorada o atacada se hace más grande, porque estas siendo amenazado, con un
castigo tan aberrante y sádico como quemarte durante la eternidad si doblegas aquello que debes seguir haciendo, CREER. Si
amigo lector la fe es la mariposa salida del capullo llamado confianza, la cual es entregada íntegramente
a las personas equivocadas, y hablo de personas porque este no es un ataque a
Dios, sino a aquellos que en nombre de Dios, Jesús o de la FE, han obrado para
su propio beneficio, personas cuyo poder no les cabe en las manos y por eso han
utilizado a la humanidad, a lo largo de
su historia, han aprovechado la necesidad del varón y la mujer por tener una guía,
una luz al final del camino, una recompensa a tanto sacrificio.
La iglesia católica cuya santa
sede es el PAIS “más pequeño del mundo” (que sin embargo tiene poder en el mundo entero) El Vaticano,
ubicado, por cierto, en lo que fue el gran Imperio Romano, estuvo y probablemente
siga estando conformado (espero que no en un 100%) por todo tipo de gente,
desde los más ambiciosos hasta los más enfermos, siempre cubiertos por un
disfraz de santidad.
Todos conocemos las aberraciones que ELLOS han cometido a lo largo
de su historia, asesinatos, tortura, flagelacion, inculcar el castigofisico para la remidicion de los pecados, la famosa inquisición, la caza de mujeres inocentes a las que llamaron brujas, la mujer ha sido el blanco del
vaticano durante siglos, ya que existían sectas (NO satánicas) y grupos que tenían
sus propias creencias y que veían en la mujer, un acceso al tan preciado “cielo”
o paraíso, haciendo del acto sexual un
ritual y el orgasmo una pequeña visita a ese tan preciado lugar. La mujer se convirtió entonces en un ser
sagrado, casi divino a la que no se adoraba, pero se protegía y respetaba, cosa
que en ese entonces no se practicaba ya que el machismo estaba dando sus primeros
pasos.
Hablar de todos y cada uno de los actos de la Iglesia Católica
seria tener a los lectores horas, sentados frente a su pantalla, y ni así poder
llegar a un final. Pederastia, violaciones, enriquecimiento ilícito a cuestas
de los feligreses, son algunas de las tantas cosas q vienen cometiendo los mal
llamados representantes de Dios.
Yo soy creyente de un Dios justo, amoroso y comprensivo, no de uno amenazador, ciego y
violento, uno que le diga al papa o a sus obispos, que vendan sus joyas y todo
el oro que llevan consigo para alimentar a tantos niños abandonados que al
crecer se convertirán en delincuentes, ladrones, asesinos y hasta violadores, todo
por entrar a un mundo violento y asqueroso donde la necesidad el hambre y la
pobreza son las anfitrionas y degustadoras de cada vicio al que los niños que
tanto debemos proteger, están expuestos. Que basta con una sencilla cruz de madera para profesar y hacer crecer el amor por Dios. Por suerte esta plaga no ha infectado a cada una de las personas que estan ligadas a este mundo, pero para su malasuerte tambien estan siendo engañadas.
Pensemos mejor la próxima
vez que pongamos en oferta nuestra tan preciada FE.